Los árboles no sobreviven con las aguas subterráneas, sino con el agua capilar colgada. Las raíces más profundas encontradas hasta ahora eran 84 metros de largo. Muchas veces, en el desierto las aguas subterráneas se encuentran a una profundidad de más de 84 metros. El agua capilar colgada es el agua que penetra en el suelo durante las precipitaciones anuales. Por ejemplo:

Supongamos que hay 300 mm de lluvias. De estos 300 mm, el 100 mm no penetra en el suelo porque el suelo es muy duro o porque hay mucho pendiente. Entra sólo el 200 mm de las precipitaciones. Entonces se puede plantar árboles:

  1. Que resistan el clima (frío, calor, vientos fuertes);
  2. Que puedan sobrevivir con 200 mm.

Por eso, es muy importante comprender que:

  1. Las precipitaciones anuales no dicen nada sobre la cantidad que penetra en el suelo;
  2. Los árboles no sobreviven con las aguas subterráneas sino con el agua capilar colgada que es consecuencia de la cantidad de precipitaciones penetrada en el suelo.